Hoy os contamos una estupenda escapada a Asturias, para nosotros es uno de esos lugares a los que no te cansas de volver, sus playas, sus pueblos, la sidra, los cachopos,… y un largo etcétera. Tenemos la gran suerte de tenerlo muy cerca así que de vez en cuando vamos a visitarlo, por lo que ya conocemos algunos de los lugares más típicos como Llanes, Ribadesella, Gijón, etc.
Teníamos un fin de semana libre y hacía mucho tiempo que queríamos ir a conocer algunos sitios de Asturias, así que decidimos cargar la Juanchoneta y poner rumbo hacia la tierrina vecina.
Salimos un viernes por la tarde y nuestra primera parada fue la Playa de Cobijeru, que se trata de una playa interior en la que el agua entra por una pequeña cueva. Además está rodeada de acantilados, simas, bosques… que le dan un cierto encanto. Aparcamos en el pueblo cercano, Buelna, y fuimos dando un paseo hasta llegar a la playa, la cual está un poco escondida, pero merece la pena. Sabéis que nos encanta la playa y ésta es una playa muy tranquila en la que te puedes dar un buen baño siempre que haya marea alta, nosotros cuando fuimos estaba baja, aunque así todo nos encantó.
Seguimos nuestra ruta hasta la famosa Playa de Gulpiyuri, para llegar hasta ella aparcamos la furgo en un parking que está cercano a la localidad de Naves y fuimos caminando hasta ella. Se trata de una playa interior, al igual que la playa de Cobijeru, aunque en este caso el agua entra por una pequeña grieta. El mar estaba tan bajo que apenas llegaba el agua, aunque nos pareció un sitio estupendo. Eso si la bajada a la playa tiene bastante pendiente así que hay que tener cuidado si la tierra está húmeda. Seguimos caminando por la zona y las vistas que hay del Cantábrico son impresionantes.
Seguimos adentrándonos en Asturias hasta llegar a Lastres, o como lo llaman los asturianos Llastres, es increíble que no lo conociéramos ya que dicen que es uno de los pueblos más bonitos de España y habíamos pasado unas cuántas veces de camino a Gijón. Lastres es una villa marinera, así que lo primero que hicimos fue ir a su puerto y a su playa, desde ahí se obtiene una vista preciosa del pueblo.
Después subimos hacia el casco antiguo de Lastres, a pesar de que la oficina de turismo estaba cerrada, en su puerta hay un cartel con información sobre una app para el móvil que te puedes descargar y te da información histórica (leída o con audio) sobre diferentes puntos del pueblo. ¡Es una idea estupenda! El casco antiguo de Lastres es muy bonito, sus calles inclinadas, estrechas y empedradas que casi parecen un laberinto en las que se pueden ver las casas humildes de los pescadores y sus balcones.
Nuestra siguiente y última parada del día era Luanco, habíamos encontrado un furgoperfecto cerca de la playa de Moniello pero estaba lejos del centro de Luanco y ya que estábamos en Asturias queríamos cenar con sidra así que decidimos buscar un lugar dónde poder dormir y que pudiéramos ir andando sin problemas. Por lo que después de buscar aparcamos justo en la entrada del Muelle del Gayo, no había mucha gente y simplemente para dormir está genial. Tiene una fuente justo al lado y bares cerca por lo que cuenta con agua potable y WC que era lo que más nos interesaba.
Cuando ya habíamos aparcado la furgo y preparado para la noche nos fuimos a dar un paseo por el pueblo y cenar. Al igual que Lastres, Luanco es una villa marinera. Para cenar queríamos ir a un sitio típico y que mejor lugar que cerca del muelle, cenamos en el bar El muelle el cual es un bar de toda la vida y eso a nosotros nos gusta muchísimo. Tomamos raciones variadas y típicas de la zona y la verdad que la relación calidad-precio era buenísima.
No tomamos postre porque habíamos visto a gente con unos helados que tenían muy buena pinta y fuimos en su búsqueda, pero paseando encontramos un Regma y la verdad aunque no sea de Asturias no se puede dejar pasar un helado de Regma. Mientras comíamos el helado fuimos dando un pequeño paseo por el casco antiguo de Luanco, que es de origen medieval en el que pudimos ver, entre otros, el Palacio de los Menéndez Pola, la Torre del Reloj, la cual data del siglo XVIII.
El sábado por la mañana madrugamos bastante y tras desayunar mirando al mar pusimos rumbo a nuestro siguiente destino: Cabo de Peñas, el cual es el punto más septentrional de Asturias. Los acantilados y el mar nos encantan y, a pesar del vértigo que tiene Juan, no pensábamos dejar pasar poder ir a visitar el oleaje desde este balcón al mar, que es un paraíso natural. ¿A qué es precioso?
Además en el Cabo de Peñas se encuentra el Faro de Peñas, el cual fue construido en 1852 y hoy en día es el faro más importante de Asturias ya que tiene más alcance en el litoral.
Después de pasar más de dos horas paseando y disfrutando por el Cabo de Peñas lo abandonamos para ir a Avilés.
Hacía tiempo que teníamos ganas de pasar un día en Avilés ya que nuestros familiares y amigos nos habían dicho que era muy bonito, y tenían toda la razón. Lo primero que visitamos fue el Centro Niemeyer, sólo lo visitamos por fuera ya que no teníamos tiempo, pero si estáis interesados hacen visitas guiadas a las 12.30 y a las 17.00 por 3 euros.
Después nos acercamos al casco histórico, el cual nos encantó con sus calles con soportales, sus iglesias y palacios. No os podríamos contar todo lo que visitamos ya que la entrada se extendería bastante pero os lo vamos a enumerar para que os sirva en vuestra visita a la ciudad:
- Plaza de España y el ayuntamiento de Avilés
- Calle la Ferrería, de las más antiguas de la ciudad junto con las calles del Sol y de La Fruta. En ella se encuentra el Palacio de Valdecarzana.
- Iglesia de los Padres Franciscanos.
- Parque de Ferrera
- Calle de Rivero
- Teatro Palacio Valdés
- Palacio de Camposagrado
- Mercado de Abastos
- Iglesia vieja de Sabugo
- Calle de Galiana
- Plaza del Carbayedo
¡Avilés nos gustó muchísimo!
Nuestra siguiente parada era Oviedo porque aunque parezca broma… Juan no la había visitado nunca. Teníamos pensado hacer noche en Oviedo y habíamos buscado un lugar para dormir con la furgo, se trata de un parking público cerca del Hotel Ibis Budget Oviedo, no está céntrico y no tiene ni agua ni WC pero en ciudad es lo que hay. Después de preparar la furgo para por la noche fuimos andando hacia el centro, más o menos nos encontrábamos a 30 minutos del centro de Oviedo.
De la que llegábamos al centro pasamos por la famosa calle Gascona y decidimos hacer una pequeña parada técnica para recuperar fuerzas y disfrutar del ambiente que había. Como hemos hecho antes os iremos enunciando lo que visitamos:
- Campo de San Francisco: Visitamos la estatua de Mafalda.
- Estatua de Woody Allen
- Teatro Campoamor
- Palacio de Camposagrado
- Plaza de Alfonso II El Santo, la cual cuenta con: la Casa de los LLanes, el Palacio de la Rúa, el Palacio de Valdecarzana; la iglesia de San Tirso, la estatua de la Regenta y la Catedral de Oviedo.
- Monumento de Jovellanos
- Convento de San Pelayo
- Iglesia de Santa María la Real de la Corte
- Palacio de Velarde
- Ayuntamiento
- Palacio de Bernaldo Quirós
- Plaza del Fontán
- Fuente Foncalada
Como os dijimos antes nuestra intención era hacer noche en Oviedo pero eran las 6 de la tarde y ya la habíamos visto, así que decidimos subir a San Miguel de Lillo y a Santa María del Naranco, la cual representa la construcción más emblemática del Arte Asturiano. Además las vistas de Oviedo desde allí son impresionantes.
Teníamos más pueblos marcados en la ruta así que decidimos ir visitándolos hasta que llegará la noche y dormir dónde pudiéramos.
Ya sabes que nosotros viajamos en furgo, pero si en tu viaje o escapada necesitas alojamiento, te recomendamos que te alojes en una casa rural en Asturias, pues hay gran variedad de alojamientos y en diferentes zonas de la comunidad autónoma.
Nuestra siguiente parada fue Tazones, el cual se encuentra cerca de Villaviciosa, se trata de un pequeño pueblo marinero en el que se dice que desembarco Carlos V allá por el 1517. Es una villa marinera con calles empedradas y casi laberínticas, aunque todas parecen acabar en el mar, que es el centro del pueblo. Sus casas son muy coloristas, con sus balcones y ventanas pintadas lo que le da mucho encanto. Y para curiosa…una casa que está entera cargada de conchas ¿será una metáfora de la relación que hay entre el mar y las personas?
Dejando atrás Tazones seguía siendo de día y queríamos exprimir el sábado al máximo por lo que decidimos ir a pasear por los Bufones de Pría, estos se encuentran en la localidad de Llames de Pría cerca de Llanes. Por si no lo sabéis los bufones son grietas y chimeneas abiertas que se han creado por la erosión del mar y de la lluvia en la roca. El mejor momento para ver los bufones son cuando la marea es alta y el mar está bastante agitado ya que los saltos de agua serán mayores.
No tuvimos suerte con ello ya que el mar estaba muy calmado pero aun así las grietas que hay y el paseo por los acantilados merecen la pena.
Eso sí, nos hemos propuesto volver cuando sepamos que la marea está mal para poder ver el espectáculo completo.
Como ya era la hora de cenar decidimos buscar un lugar cercano y encontramos La Pomarada, el cual es un lugar muy recomendable: calidad, cantidad, buen trato y buen precio. Así que si estáis por la zona ni lo dudéis.
Como estábamos cerquita de casa decidimos volver y dormir en casa. Sí que es cierto que podíamos haberlo hecho más tranquilamente y dedicar más tiempo a los lugares, pero como Asturias está cerquita podemos volver de vez en cuando.
Si te has quedado con ganas de descubrir más lugares increíbles de Asturias, pincha en este link, te llevará a la última escapada que hicimos a la tierrina.
¡Y hasta aquí nuestra pequeña escapada por Asturias! Esperamos que os haya gustado nuestra ruta y que os sirva para vuestros viajes. Si tenéis alguna duda o sugerencia, nos podéis dejar un comentario o escribirnos un email a blogparejaviajera@gmail.com
¡Saludos viajeros!
Pareja viajera 
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